Prosperando

Cuando se cierra una etapa de la vida, es momento para abrir otra. Los sueños pueden permanecer inalterados, incluso las esperanzas, pues son totalmente independientes de las etapas de nuestra vida.

En este momento mi vida me aleja irremediablemente de mi sueño. Afortunadamente solo de uno, con lo que sigo teniendo (por fin) varios sueños tras los que correr y por los que luchar.

La paz se esta instalando en mi vida, tras una larga temporada de ir acumulando desdicha, dudas, miedos y pérdidas. Muchas han sido las dudas y la desconfianza para con el mundo y su sistema; enormes han sido los miedos que he soportado y terribles las perdidas. Con todo, más que justificada la desdicha.

No hablaré de los sueños que si tengo, sino de aquel del que me alejo.

Como nos pasa a muchos, mi sueño tiene que ver con una persona. En mi caso una mujer, pero eso no cambia nada. Mi sueño es muy concreto en cuanto al tipo de relación que quiero tener con dicha persona, sin empequeñecer lo grande de lo que si tengo con ella. Es la persona que mas me conoce, de largo, es también la que mejor me comprende y la que sabe bien como espolearme o calmarme según requiera la situación. Es la mejor amiga que tengo. También es mi ex-pareja, por cierto.

Lo cierto es que quisiera que en el futuro podamos recomenzar una relación de pareja como, parafraseandola, seria lo resultante de la ilusión y el enamoramiento del principio y lo mucho que nos conocemos ahora. Eso seria tan brutal, que justificaría casi cualquier situación vivida con anterioridad, por malo que fuere el recuerdo que guardemos de ello. Puede que solo sea mi opinión.

Sueño que en el ultimo momento de mi vida, es esa persona la que me da la mano, tiernamente, con amor, con confianza. Sueño que siempre estará a mi lado y que sabremos encontrar la felicidad.

Solo es un sueño. Así seguirá siendo por siempre quizás, pero siempre sera mi sueño. Ahora las cosas no son así. Ahora cerramos una etapa que esta demasiado estrechamente ligada con la relación que se ha terminado. Ahora dejamos de ser pareja sin dejar de querernos, sin dejar de interesarnos el uno por el otro e incluso, sin dejar de echarnos de menos.

Este sueño del que la vida me aleja irremediablemente, es justamente la señal de que estoy cerrando esa etapa. La consciencia del alejamiento que cada vez es mayor, me da la tranquilidad y la perspectiva para ver que realmente tenemos demonios que arreglar dentro de nosotros mismos, que tenemos vidas que vivir, que por mucho que nos guste una relación, no podemos debernos solo a ella olvidando lo que somos cada cual.

El resto de mis sueños, son para perseguirlos, para tratar de vivirlos, para esforzarme cada día en que sean una realidad. El resto de mis sueños son ahora, mi tesoro.