trencacotxes

dilluns, 12 de novembre del 2012

Sueños

La cocina era cuadrada,  con mármoles de color claro de gran tamaño. Los muebles, lacados en color rojo vivo, estaban rematados con picaportes en color acero, con forma rectangular, con grandes puertas y un sin fin de cajones donde guardar los utensilios. En el centro, una gran mesa  con un pequeño florero de cristal con Pensamientos de tallo largo, medio sumergidos en el agua del recipiente.

Él terminaba de preparar la comida que el día siguiente ella llevaría al trabajo. Mientras que esperaba a que se enfriara, ella entró en la cocina, con la intención de lavar los platos, pero en su devenir hacia la pica, no pudo evitar acercarse a él y besarle, tiernamente, casi sin rozarse, en los labios.

Ella coge un plato, dejando que el agua caliente le acaricie la piel. Él se acerca silencioso por su espalda, sin prisas, mientras la abraza con amor y ternura, colocando sus brazos alrededor de su cintura y justo bajo su pecho, para mientras, besarle suavemente el cuello, casi sin rozar sus labios con su piel, intercalando algún que otro beso mas intenso y apasionado.

Ella ladea la cabeza con los ojos cerrados, dejándose querer por él, embriagándose con el placer de sentirse amada y deseada. Una mano de él roza suavemente su pecho izquierdo, casi como sin pretenderlo, mientras ella deja escapar en suspiro de placer. Los besos de él son cada vez mas apasionados, sin dejar de ser en ningún momento tiernos y dulces, provocando que se erice el bello de la piel de ella.

Ella deja los platos donde estaban, todavía por fregar, para suavemente rodear su propio cuerpo, colocando sus brazos sobre los de él, ejerciendo una suave presión en muestra de cariño y amor. Sigue con la cabeza ladeada, con los ojos entrecerrados, el pulso acelerado. Una mano se desliza lentamente desde su torso hasta la cintura de él, acariciándola, aproximándola hacia si. Su mano sigue en su suave descenso desde la cadera hasta rozar, muy suavemente, la protuberancia que se ha formado en los pantalones de él.

Él la gira, dejándola de frente, dejándola sentirse expuesta a su mirada penetrante, a sus besos, a sus caricias. Aproxima sus labios a los de ella, para rozándole los labios, dejar que sus respectivas lenguas se encuentren en un dulce húmedo beso. Ahora la sujeta con un brazo por la cintura, mientras con el otro le acaricia el cuello y el rostro. Sigue acariciándola con una mano mientras con la otra la dirige hacia la mesa, donde con un ligero golpecito acaban tumbando sobre la superficie el florero con los Pensamientos, dejándolo todo mojado.

Siguen los besos. Las manos de ambos están ahora en el cuerpo del otro, con pasión, para de poco en poco, ir soltando los botones de sus prendas de ropa. Él la sujeta por la cintura para de golpe subirla sobre la superficie de la mesa, dejándola sentada, con las piernas separadas, colocándose entre ellas para seguir desabotonándole los botones de la blusa, para acariciar sus grandes y bonitos pechos. Ya no están tan firmes como cuando se conocieron, pero siguen gustándole mas que ningunos otros que recuerde.

Ella le saca la camiseta de los vaqueros, a tirones, con presteza, sin prisa, disfrutando el momento, acariciándole el pecho, deteniéndose en sus pezones. Dejan de besarse el tiempo justo para quitarle la camiseta y para darle algunos besos por el cuello y el torso, ahora desnudo. Él se deja besar, mientras acaricia suavemente la cabeza y el cuerpo de ella para, en una caricia, terminar de quitarle la blusa.

Vuelven a juntar sus labios, abrazándose, acariciándose. Él la recuesta sobre la mesa, suavemente, para con delicadeza desabotonarle los pantalones y quitárselos, acariciando sus caderas, besando su estomago, encadenando besos hasta su monte de Venus, sobre su delicada ropa intima. Sus manos siguen acariciándole las piernas mientras le quita los pantalones. Los besos siguen, descendiendo por sus piernas, al tiempo que sus manos acarician suavemente sus rodillas y mas tarde sus tobillos. Suavemente le quita los zapatos y se lleva uno de sus pies a la boca, besándolo con pasión, disfrutando el momento, disfrutando con el disfrute de ella.

Ella, con los ojos cerrados, se acaricia el cuerpo con delicados movimientos, mientras deja lánguidamente un brazo al costado de su cuerpo, buscando el contacto con su amante, buscando una conexión. Se incorpora y aproxima sus labios al cuello de su amante, besándole con pasión, empujando lentamente pero sin vacilar el cuerpo erguido de su amante, para levantarse y dejarlo a él sobre la mesa.

Le quita los pantalones de un tirón, dejándolo en ropa interior, para al momento volver a poner sus manos sobre él, acariciándolo, besándole las piernas. Poco a poco las caricias se extienden por su cuerpo mientras sus labios empiezan a rozar la zona púbica. Sus labios se amoldan a su pene, empezando un juego en el que poco a poco las caricias se tornan cómplices de sus labios, dejándole en cueros.

Los besos frotan tentadoramente la verga semi erguida de él mientras es acariciada con evidente placer.

Él se levanta y sujetandola en brazos mientras la besa en los labios, la lleva hacia el comedor donde con suavidad la deposita en el sofá. Ahora él vuelve a estar encima de ella, besándola. Sus manos cogen sus braguitas para retirarlas lentamente del lugar que ocupan, dejándolas caer en el suelo, donde encuentran su nuevo emplazamiento. Se arrodilla enfrente de ella, entre sus piernas ligeramente separadas y con firmeza pero sin brusquedad, las separa en una caricia para aproximar su cabeza a su sexo.

Aspirando su aroma empieza a besarla. Nota su humedad y le gusta. Juguetea con su lengua mientras acaricia su vientre, sus pechos, sus piernas, sus manos. Ella le sujeta la cabeza con suavidad, disfrutando el momento.

Los besos de él van ascendiendo por su estomago, su pecho donde se demoran en los pezones, donde juguetea con su boca, mordisqueando levemente su pecho mientras con las manos los acaricia.

Sigue su ascenso hasta su boca, pasando por su cuello donde hábilmente consigue que su bello se erice de nuevo, para de nuevo jugar largamente con su lengua.

Se giran. Ella esta encima, besándole los labios. Desciende lentamente hasta su pecho. A ella le encanta besar su pecho, besar sus pequeños pezones, jugar como juegan con ella. Desciende nuevamente besándole el torso hasta llegar a su erecta vara.

Lame con su lengua, besa con sus labios y juguetea con su boca.

Unen sus labios de nuevo y situándose sobre él, con lentitud, desciende al tiempo que siente como él se mete dentro de ella. Sus manos entrelazadas muestran que su unión es mucho mas fuerte que cualquier deseo pasajero. Se mueven acompasados como bailando una lenta, suave y vieja melodía, conocida desde el principio de los tiempos. Se miran, se besan, se quieren, son felices.

Él los gira para ponerse encima y marcar el ritmo ahora. Ella disfruta sintiendo como la desea su amante pareja, como se compenetran al hacer aquello.

Jadean, suspiran, se besan, se muerden los labios, jadean, se besan...

Terminan como en una explosión mutua de placer, el uno en el otro. Sus besos, ahora dulces y amorosos marcan el final. Se separan lentamente, sin dejar de besarse, empezando un abrazo que les llevará a ambos al sueño mas profundo y relajado que son capaces de compartir.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada